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"Camins de Carro a l'Empordà" | La base de este paraíso Gravelero.

  • Joan de Gravel House
  • 2 mar
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 6 ago



En el Empordà, los "Camins de Carro" (caminos de carro) no son solo senderos polvorientos entre campos; son trazos de memoria, cicatrices amables que han visto pasar siglos de vida campesina, rebaños en migración y mercancías prohibidas. Aún hoy, entre olivos retorcidos y muros de piedra seca, se puede seguir la historia escrita por las herraduras de las bestias y las ruedas de madera.


Durante siglos, el campesinado ha sido el alma del Empordà. Los caminos de carro conectaban masías como la de Gravel House (o bien conocida históricamente como Can Navata), huertos, viñedos y mercados. Al amanecer, los carros cargados de sacos de trigo, haces de heno o cestas de verduras recorrían estas rutas hacia los pueblos cercanos: Figueres, Peralada, L'Escala, Peratallada, Ullastret, La Bisbal… Eran rutas lentas, pero llenas de significado.


En primavera y en otoño, estos mismos caminos eran pisados por ovejas y cabras, conducidas por pastores que hacían la trashumancia entre los pastos bajos del Empordà y las montañas del Ripollès o la Garrotxa. Esta antigua costumbre, heredada de tiempos medievales, seguía las rutas más llanas y protegidas. Los caminos de carro ofrecían refugio y orientación, pasando por fuentes, albergues de pastores y ermitas aisladas. Aquí os dejo un artículo donde podréis ver la rutas más concurridas.


Durante los años más oscuros del siglo XX —especialmente tras la Guerra Civil—, algunos de estos caminos se convirtieron en vías de estraperlo. Con el país empobrecido y las autoridades vigilantes, los caminos secundarios del Empordà eran ideales para mover productos prohibidos: café, azúcar, tabaco, telas... De noche, bajo la luz tenue de una luna vigilante, grupos de campesinos o contrabandistas silenciosos se desplazaban entre masías y montañas, burlando controles y hambre. Muchos de estos caminos llevaban a la frontera, a través de los pasos ocultos del Albera. Muchos de estos caminos se han recuperado y son autentico lujo para el Gravel, nos encanta esa zona y la solemos recorrer mucho con nuestros grupos guiados.


Recorrer los "Camins de Carro" es hacer un viaje en el tiempo, una forma de conectar con la tierra, con la gente que la trabajó, y con una forma de vivir más arraigada, más lenta pero llena de sentido. Desde Gravel House llevamos estos valores firmemente en nuestro ADN y los aplicamos en nuestro dia a dia, ya sea con clientes que reservan la masia, con eventos o con rutas guiadas. ¡Esperamos que pronto lo puedas descubrir!


Gravel House


 
 
 

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